Yo fingí que no escuchaba, porque no hablo pornografía.
Cuando era niña, el hombre le dijo que si alguna tiempo lo contaba o intentaba huir le rompería los brazos y las piernas y le rajaría la cara. Una ligera aire agitó las lonas que estaban atadas a la cerca para romper el viento, pero de resto todo quedó en silencio. Podía oír sus gritos y lamentos. La confianza es la piedra angular del edifico que vais a construir juntos.
Comentario
Trabajando con mucho estilo!
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