Un aroma que nunca me cansaré de respirar, unos oídos que todos los días desearé bisbisar, pero por encima de todo, una boca que cada lejano anhelaré besar.
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Eres como una canción en otro idioma: me gustas, aunque no te comprendo. Siempre que me abrazas, mi mente piensa: gracias por haber aparecido en mi vida. A mi casona llegas y bebes de mi jeta bien servida. Voy a hacerme poeta, para expresar con versos el sentimiento que recorre mis venas. Duele que pienses que solo quiero un rollo episódico, cuando te he dicho mil veces que te amo y que quiero pasar el excedente de mi vida junto a ti. Tu cuerpo es adonis, pero tu inteligencia es tan superior que llena mi afectividad.
Versos de amor y de locura / Delfina Acosta
Hay sólo una paloma migratoria del sur volviendo en busca de su norte. Y yo ni sé por qué las tardes en sus lejanos ojos se hacen grises o sus primeros versos callan distraídos en el instante de morir un ganso. Ahora esta afición de no vivir, de ir a mi entierro y ser las dos campanas tocando en el oreja de las flores que caen como plumas de las ramas. El camarero le parece curiosa. Así es como nos entendemos los dos. El día que te conocí tiré un aguja a los océanos, y ese día juré que si una persona lo encontraba, dejaría de amarte.
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Tenerlos todos conocemos a largo y relaciones sexuales. No sé si voy o vengo pues son vagas las sombras de los hombres y mujeres que dejan tras mis huellas sus pisadas. Esa elegancia que tienes caminando, no la consigue ni un cisne nadando. Vacía estaba mi alma cuando nos conocimos, y desde ese día de amor eran todos mis latidos.
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Antaño soñé con ella. Los poemas de amor son la mejor arma para enamorar a esa mujer o ese hombre que tanto amas. Mi historia es ésta: un lecho solitario, un despertarme atada siempre a hiedras y una almohada llena de tu rostro.
Un sacudir de alas si regresas, amante, a mi presencia y me perdonas y arrancas de mi amor la sola grito. Duele que pienses que solo quiero un rollo pasajero, cuando te he dicho mil veces que te amo y que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti. La tarde cae fría y muy terrestre. Tu mirada me sedujo, tu sonrisa me capturó y desde entonces sé qué es el amor. Me encantaría adentrarme en tu mente, para saber si en tu afectividad estoy presente. Tu cuerpo es bello, pero tu inteligencia es tan superior que llena mi corazón.
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