Esa es mi silla de consejería.
Sí ahora una máquina se encargará de masturbarnos
Empero existe y compite con el coito por el orgasmo. Es imposible crear el respeto favorecedor hacia las mujeres en la sombra de tal pecado, y mucho menos un respeto favorecedor hacia Dios. No solo arrancó la muela culpable; también tuvo que hacer un injerto de hueso y poner un implante. Creemos que este libro lo debe leer todo hombre joven que desea lidiar con sus muy reales tentaciones sexuales de acuerdo a lo que dice Dios. Yo también veo esos anuncios de sostenes y gala interior femenina en el alternativo como si se hubieran abacería allí solo para mi placer.
Comentario
Leave a Reply