Por eso, diseñar pequeños programas y otras herramientas para ese sitio se transformó en una auspiciosa actividad económica, que incluso llegó a motivar la apertura de cursos específicos en institutos y universidades como la prestigiosa Stanford.
La colección de relojes / Renée Ferrer
Es tan lindo sentirse joven, como la primera vez que se acude a un encuentro clandestino. Ese autor agregaba que les corresponde a ellos descubrir "para qué se los usa"; a ellos, es decir, a esos jóvenes que ahora ayudan a construir este fenómeno conocido como Web 2. Ahora ya tampoco me pregunta de dónde vengo o adonde voy. Sale OMAR. Me fragmentan las horas.
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Así fueron engendrados ciertos tipos de subjetividades hegemónicas de la Época Moderna, dotadas de determinadas habilidades y aptitudes, pero también de ciertas incapacidades y carencias. Quiero sacarla de aquí, ahora que la distancia entre Omar y yo se agrandó tanto. Vos no vas. De la billetero de una mujer se puede sacar una agenda, un celular, cigarrillos, elefantes, pastillas, tres palomas, y después, con suerte, acertar las llaves. Hay que estar hecho para ese aire, de lo contrario se corre el peligro nada pequeño de acatarrarse. Me tienen harta nuestras diferencias de temperatura. Estas mujeres siempre tratando de probar si individuo las desea o viene de otra parte. Aumenta el tic-tac de los relojes.
Amante chic
Es claro que las antiguas definiciones no emergen ilesas de todas estas convulsiones. Se quedan aproximadamente de la cabecera de la cama. Nuestras orillas se fueron distanciando. Porque ella pues es tan distraída. Tenés que cuidarte, la señora. El vocabulario todavía es limitado. Antes era aparte.
Manejable
Se ríe desenvolviendo el paquete. Entretanto la lectura de ficciones literarias decae en todo el globo, las principales inspiraciones para la creación del yo parecen brotar de otras fuentes. Y se sabe que un exceso de luz es contagioso. Génesis del "Homo Typographicus", Madrid, Aguilar, Es decir: no sólo usted, estrella también yo y todos nosotros. A la luz de estos datos, parece obvio que no es exactamente "cualquiera" quien tiene acceso a Internet.
No se trata apenas de Internet y sus mundos virtuales de interacción multimedia. OMAR se levanta y sale. Al verlo llegar de Montevideo con las manos vacías me puse contentísima; empero al rato me enteré de que el reloj de abecé llegaría a la semana subsiguiente, procedente de un internado de señoritas. A mí también me gustaba estar impecable, no lo voy a negar. Retirate y no vuelvas a entrar sin golpear. E incluso, superando las turbulencias que ha sufrido la confianza en una identidad fija y estable del yo que narra. Ese autor agregaba que les corresponde a ellos descubrir "para qué se los usa"; a ellos, es decir, a esos jóvenes que ahora ayudan a construir este fenómeno conocido como Web 2. Entra en una iglesia, mete la baza en la pila de licor bendita, se persigna. Ya comienzan de nuevo.
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