Desde fuera, claro, pero como si lo hicieran a mi lado. En ese momento sí que se palpaba ambiente de emulación y los nervios aumentaban.
Mi hermana se parte de risa. Después de dos horas. Como planteo el final de estación. Estaba eufórica desde hacía días. Lo compliqué, o se me complicó. Pero de golpe, un click se enciende en el cerebro y te dice que no puedes dejar de luchar. Solo había que ver como iba recortando minutos. Sobretodo al verme en cabeza en yermo sabiendo que había grandes nadadoras y que en otras ocasiones las había tenido cerca e incluso delante. Poco después, la familia se trasladó a Vreeland, cerca de Utrecht, donde se supone que la joven recibió la influencia de los seguidores de Caravaggio de la localidad de Utrecht.
Las heroínas calladas de la Independencia Hispanoamericana
Intelecto fría, concentración a tope, y nervios de acero para lograr vencer, sin temblar, los kilómetros que me esperaban por adelante. Y para mí, solo por ese momento, este triatlón amén la pena hacerlo. Velarde, José Luis. Decidimos ir a almorzar algo cerca y volvernos inmediatamente a la habitación; yo a descansar y Javi a andar. Mi compañera de natación iba a ser Emma que, cumpliendo con los pronósticos, pude aguantarla. Me escoré mucho y, cuando quise rodear la boya, la fuerza de la bajada del agua me metió debajo de ella. Muchas lecciones me dio esta carrera. No hay faceta de agradecer tanto. Argentina De la lista de mujeres insurgentes argentinas que lucharon por la independencia, se distinguen cuatro como representativas: Juana Moro, conocida como la Emparedada.
CVC. Las heroínas calladas de la independencia hispanoamericana, por Ana Belén García López.
Pasé de la euforia a la decepción en un solo fecha. Sabía que la primera acantonamiento se me estaba escapando con Brea, que sé que corre muchísimo y que estaba recortando una distancia que parecía inevitable para todos, menos para mí viendo mi estado físico. Su estilo, sus obras Estilísticamente, gran parte del trabajo de Judith Leyster se asemeja a la obra de Frans Hals. Pues eso me pasó a mí en los metros finales del agua sabiendo que salía en cabeza. Fue como un balazo a quemarropa, como una puñalada por la espalda a alevosía. No podía faltar, y aparte, después de saber que la gente se pelea para conseguir una inscripción que se agota en menos de un minuto. Diario El Occidental.
Halftriatlon – Judith Corachan
Empero allí, el paso por cada boya, me hacía apretar de nuevo para alcanzar la subsiguiente. De no tener miedo a nada ni a nadie. Actualidad tengo la negra. Y muchos menos, en carreras tan largas. Palabras mayores. Pero debía intentarlo.
Comentario
Maravillosa frase y en el tiempo
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