Manuel Daz fue uno de esos mayoristas que mutaron en respetados y admirados capos del habano en los aos 60 y Toda una premonicin de la clsica estampa de narcotraficantes tirando fardos por la borda de la planeadora.
Piensa que la palabra de un contrabandista es oro de ley. La facilidad con la que la mercanca flua de un lado a otro de a raia seca se explica, entre otras cosas, por la complici dad de la Guardia Confesional. Aquello era una autopista de contrabandistas, un sueo he cho realidad. Temi, vaya, quedarse sin su trozo de pastel.
Comentario
C'est radieux.
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